domingo, 4 de noviembre de 2012

Las políticas hidrícas


Debido a la situación crítica en la que se encuentra actualmente el agua en diversas zonas del planeta, se han creado las políticas hídricas divididas en cuatro sectores: políticas de trasvases, desalinización del agua del mar, recuperación de los acuíferos y planes de saneamiento de los ríos. Bajo mi punto de vista la más importante es la política de trasvases debido a que ha sido y es un tema muy polémico entre la sociedad española.

   POLÍTICAS DE TRASVASES

El agua no se encuentra distribuida equitativamente en nuestro país y por ello se ha recurrido a una política de trasvases, para poder desplazar agua de un río a otro. Esta idea que ahora nos parece muy actual se remonta en España al siglo XVI, época de Reconquista.
Es cierto que estas políticas suponen grandes obras mayoritariamente perjudiciales para el medio ambiente, por lo que mucha gente se muestra en contra de realizarlas. Ejemplos de estos cambios son: los cambios que pueden originarse en los acuíferos, las limitaciones para ampliar el empleo del agua en las cuencas fluviales de origen y los cambios que pueden causarse en el aporte de sedimentos. Además del gran impacto medioambiental que las políticas de trasvases suponen también es necesaria una gran inversión económica que no son capaces de soportar todas las provincias o ciudades españolas.



Muchas han sido las obras hidráulicas ocasionadas por los trasvases, pero quizás la más importante fue la del Tajo- Segura ya que es la más reciente (siglo XX). El último plan hidrológico nacional proponía entre otras cosas el trasvase de caudal del Ebro hacia tierras levantinas y meridionales, pero parece que este polémico plan ya ha sido abandonado.




Desde mi punto de vista la política de trasvases es una buena opción para ayudar a las regiones con déficit de agua, pero no me parece del todo justa, ya que nunca se sabe para que van a utilizar estas regiones el agua. En cuanto al trasvase del Ebro, no estoy a favor ya que supondría un gran gasto económico tanto para Aragón como para Valencia y Andalucía. Además si tan escasa de agua se encontrase la zona levantina y de Andalucía no acogerían el mayor número de campos de golf de la península, que supone una media de 1.500.000 litros de agua diarios por campo (18 hoyos y 60 Ha de dimensión). Cada región tiene una cantidad de agua y debe  ser capaz de distribuirla adecuadamente, ya que por la misma razón las zonas mas pobres de España como es el caso de Soria, deberían recibir un mayor número de subvenciones económicas o ayudas de otras comunidades autónomas y esto no es así.